sábado, 26 de octubre de 2013

EN CONTESTACIÓN A UNA ENTRADA DE FACEBBOK: OBRERO DE DERECHAS


Querida cuñada, si quieres en una próxima ocasión que nos juntemos hablamos de las izquierdas y las derechas y de lo que tu quieras, de momento, y si lo tienes a bien y tienes tiempo te animo a que le eches un vistazo a mi blog : http://fierabrashaciendoamigos.blogspot.com/ donde he plasmado muchas de mis reflexiones y podrás hacerte una idea básica de cual es mi posición respecto de la sociedad y el mundo en que vivimos. De todas formas aprovecho ahora estas pocas líneas para hacer un humilde homenaje y a la vez para hablarte de un hombre que no llegue a conocer, y que durante toda su vida fue un obrero de derechas...

 

Se trata de mi abuelo Lázaro, que murió casi un mes antes de nacer yo, de ahí que al futuro Antoñito le cambiaran de nombre a última hora y terminaran bautizándolo para que todavía a sus 45 años algunas personas sigan llamándole Lazarito.

Me cuentan que mi abuelo era un hombre de carácter y muy religioso, lo que obviamente chocaba frontalmente con las dos Repúblicas de carácter laico en su máxima potencia que le tocó vivir, como anécdota puedes mirar en mis fotos de facebook, un álbum con el nombre Miscelánea y donde esta la fotografía de un panfleto en el que el firmante solicita en el momento de su muerte sea enterrado en cementerio católico y con los ritos de la iglesia, para que veas como estaba la cosa durante la República, es curioso míralo.

Mi abuelo se dedicó durante toda su vida a la construcción llegando a dirigir su propia empresa de albañilería, que fue cantera de varios miembros de mi familia que aprendieron ahí el oficio y a sido luego su profesión toda la vida; He tenido la oportunidad durante todos estos años de poder hablar con muchos de los empleados que trabajaron en la empresa de mi abuelo, y todos, sin excepción siempre me han hablado muy bien de el, a pesar de su baja estatura, algo tenía que haber heredado yo de el,

hombre de mucho carácter, pero muy solidario y atento con los trabajadores y sus familias, como anécdota me contaba uno que el único problema que se encontró alguno de ellos a la hora de ir el sábado por la tarde a casa de mi abuelo a cobrar su paga, era que les pillara rezando el rosario, y entonces había que unirse al grupo, así que intentaban atisbar por la ventana antes de entrar cual era el panorama dentro de la casa.

Como he dicho antes, los hombres de la familia se ocupaban en la construcción y para las mujeres montó mi abuelo una pequeña tienda de telas y ropa en la propia casa, tienda que luego fue evolucionando a zapatería, frutería, y finalmente ultramarinos en la que a mi ya me tocó echar una mano a la familia y que estuvo funcionando asta la jubilación de mi Padre; A esta tienda he visto llegar gente de la otra punta del pueblo, y ante la extrañeza de otras clientas por desplazarse tanto teniendo otras tiendas mucho más cerca de sus domicilios, he escuchado en varias ocasiones a alguna de estas mujeres decir que les gustaba venir aunque fuera muy de cuando en cuando, porque querían agradecer a mi familia el trato que recibieron cuando se llevaban ropa o calzado y no tenían dinero para pagarlos; Me contaba mi Madre que cuando mi abuelo llegaba a casa a la hora de comer o por la tarde, mi abuela se enfadaba con el y le reprochaba que hubiese mandado a por ropa o por calzado a fulanita o menganita sabiendo que no tenían dinero, y la contestación de mi abuelo era: “Ya pagarán mujer cuando puedan hacerlo”, muchas veces, como se puede entender, ese día nunca llegaba.

 

Pues ahí le tienes cuñada, a grandes rasgos, la Historia de un obrero de derechas...